Cada vez que hablo con él me queda como un algo...no sé...él es como un cuadro; algo así como la vanidad personificada. Creo que es ese tipo de persona que estaría dispuesta a hacer cualquier cosa, por tremenda que sea, para destacar. Siempre terminamos hablando de todas esas teorías filosóficas, que están muy bien para discutir un rato, pero que sólo sirven para eso. La teoría esa tan trasnochada ya del Superhombre. Porque la triste realidad es que todas esas ideas de individualismo, del Héroe que salvará a la Humanidad está muy bien para los guiones cinematográficos, de cómics sobre todo. Y nada más. Y si hablamos de nihilismo...creo que, en rigor, él no está preparado para hablar de nihilismo...se llena de tales contradicciones que no puedo por menos que reírme por lo bajini...
La otra noche lo encontré un poco raro, pensativo. Algo más callado que lo normal en él. Le pregunté que qué le pasaba. Nada. Me dijo. Una tontería. Acababa de ver una película de Hitchcock. Película muy antigua según pude comprobar más tarde googleando. Se trata de "La soga". La sinopsis y la ficha técnica me sedujeron tanto que al día siguiente le llamé:
--Oye, tú tienes un proyector para las pelis, ¿verdad?
--Sí claro. Ya lo sabes. ¿Porqué me lo preguntas?
--¿Tienes algún compromiso para esta tarde, podríamos verla juntos?
--¿Te refieres a "La soga"?
--Por supuesto.
--Eso está hecho. Tus deseos para mi...ya lo sabes...son órdenes...
--Ja, ja.
Y la vimos, y me encantó. Ahora ya la tengo grabada en "Mi Canal" para verla en pantalla grande, como una joya.
La película, que tiene la estructura de una obra teatral; pues toda ella se desarrolla en el salón de un mplio apartamento en el centro de Nueva York, donde se acaba de cometer un asesinato (Me gusta Hitchcock, pues siempre y desde los primeros planos nos muestra el cadáver de la víctima, e incluso el cuerpo del delito). La soga ¡qué bueno¡ un simple trozo de cuerda que puede estar a la vista de todo el mundo sin levantar sospechas. Pero bueno, esas son divagaciones mías. El argumento es el siguiente:
Al salón de un domicilio particular van llegando unos invitados que han sido convocados por dos ex alumnos del profesor Cadell para celebrar una especie de fiesta. El motivo de esta celebración queda algo confuso para las personas citadas, pues dicho acontecimiento en principio no queda muy claro. A medida que van llegando los invitados va creciendo la tensión y el nerviosismo de los dos jóvenes que acaban de perpetrar un asesinato. Se trata de un compañero de estudios.
La genialidad de Hitchcock hace que el cadáver sea encerrado en un arcón y que el mismo sirva de improvisada mesa para la cena.
El fondo del argumento es sobre el libre albedrío, y de si alguien puede ejecutar a un ser humano por el hecho de considerarlo inferior. Vamos, algo así como el razonamiento del joven Raskólnikov de "Crimen y castigo" que deduce que la gente que no sirve para nada, o en el peor de los casos sólo sirve para joder la existencia a los demás, tiene que ser eliminada. Así que se toman la justicia por su mano. Pero...¿cómo ha podido ocurrir esta aberración? Todo queda muy bien explicado por el profesor de filosofía, criminólogo y que ha sido el tutor de los protagonistas en el instituto, y que tiene el don de filosofar sobre esas cuestiones, aunque no con la suficiente claridad como para llegar a la comprensión de sus alumnos, que les ha inducido, sin pretenderlo, con sus curiosas teorías, a llegar a ésta aterradora conclusión.
Los golpes de efecto y los diálogo son geniales. Los espectadores somos rehenes visuales hasta el final de la película, ya que hemos entrado en ese salón y en ningún momento salimos de él hasta el final, en que se abre una ventana, se oye el bullicio de la calle y nos sentimos liberados. A mi modesto entender, este film me ha parecido una obra prodigiosa de Hitchcock.
Tengo una charlita pendiente con mi amigo...Él me hablará sobre todo de la parte más técnica, de las largas secuencias, porque al parecer Hitchcock hace una experiencia radical: rodar una obra de teatro como si se tratara de un solo plano, y algo me ha comentado ya, él, tan cinéfilo, que en "La soga" pueden apreciarse los movimientos de la cámara porque no están como lo estarían en una película "normal", disimulando planos de corte de personajes que ven lo que la cámara acaba de mostrar. Y me temo que en el próximo encuentro me desafíe a descubrir en qué secuencia sale la silueta de Hitchcock...Será divertido, y sobre todo tendré que darle las gracias una más por darme a conocer este film.
Lo que sí me gustaría es que algunos blogueros, esos tan aficionados al cine, crearan algunos posts sobre este suculento tema, que con toda seguridad sabrán arrojar más luz con sus valiosos puntos de vista.
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